jueves, agosto 16, 2007

De cómo un simple mueble puede convertirse en algo tan indispensable en la vida de una friki.

Cada periodo de vacaciones, al que siempre regreso a casa de mis papas, me da por abrir el mueble donde tengo todas mis mangas y revistas. Siempre releo varios títulos, hojeo de nuevo los 4 artbooks que tengo (y que de hecho cada año que pasa estoy más convencida de que si fueron una buena compra) y por supuesto trato de reordenar la colección para que quepan algunas de las nuevas adquisiciones que compre durante el semestre.

Ese mueble, que en realidad es una cómoda y no un librero como podría pensarse es algo que tenemos en la casa desde que yo tengo memoria. De hecho lo tenemos desde mucho antes que nos cambiáramos a la casa en la que se quedaron definitivamente mis papas, yo ya no por la obvia razón de que estoy estudiando en otra ciudad. El mueble era de mi mamá pero al cambiarnos de casa ella lo reemplazo con otro mas resistente y pasó al cuarto de visitas para a quien le hiciera falta. Un tiempo lo usó una prima que vivía con nosotras para guardar sus cuadernos y revistas y luego volvió a quedar olvidado. Poco después esta servidora comenzó a dar sus primero pasos dentro del mundo del manga y mueble le pareció perfecto para guardar sus primeros mangas de Sailor Moon y Guerreras Mágicas (Esas que saco Vid allá en tiempos de las cavernas) donde el malvado sol y el oxigeno no pudieran hacerle un daño tan grande a sus adoradas adquisiciones. Conforme esta joven neófita se iba adentrando para ya nunca más salir en el mundo friki la cómoda también sirvió de refugio a números del manga de Ranma ½ y de Evangelion[1], montones de revistas de Conexión Manga y después a todo producto friki que compre y pude hacer que cupiera.

El espacio que ocupaba de la comoda empezó siendo un cajón, para luego convertirse en dos... luego los 4 cajones y finalmente me apropie completamente del mueble cuando empecé a quitar cosas que antes había guardadas en las puertitas y las retaque con mangas de vid.

A nadie le molesto realmente que me quedara con la cómoda(De hecho a mi papa le molestaba mas que gastara tanto en todo lo que le metía XD), creo que simplemente se resignaron a que ya era mía por que nunca volvieron a guardar nada ahí. Incluso años después pude pasarla a mi cuarto... que ahora que lo pienso no se volvió mi cuarto hasta llegó esa cómoda. Solía darme igual donde dormía y creo que pase más tiempo en los cuartos de visitas (donde si había aire acondicionado) que el que se construyo con el propósito expreso de que fuera mi cuarto. (Aunque a mi nadie me preguntó si quería que el baño fuera rosa ¬.¬)

La comoda justo en este año, llego a un estado crítico en cual espacio y que pronto ya no cabrían más mangas, ni revistas ni nada. Hay muchos mangas que en su tiempo compre por que no había otra cosa y que si vendiera no extrañaría tanto y me dejarían bastante espacio para unos dos años más de coleccionismo. El problema es... ¿A quien se los vendo? En el df por mas neófitos(o desesperados) que estén los frikis tengo la desventaja que hay tiendas mundo vid por todos lados, donde pueden conseguir los mismos ejemplares que yo estoy vendiendo usados. En Mazatlán los que conozco han pasado casi por lo mismo que yo y esos títulos o ya los tienes o no les interesan... Aun me queda el baúl que tengo el D.F. pero creo que llegara el momento en que tenga que malbaratar esos tomos en los puestos de revistas usados los que seguramente me darán tan poco por ellos que valdría mas la pena guardarlos y mejor comprar otro cajón...

Pd. Estoy segura que el primer manga que compre fue ese numero 20 de mixx zine, pero ahora me entró la duda por que puede que antes halla comprado ese tomo 3 Sailor Moon publicado por Glenat que compre en... aunque ud. no lo crea... en Gigante. Nunca volví a ver otro tomo y hasta ahora no me explico como llegaron a la sección de libros de esa tienda... y tal vez nunca lo sabré.



[1] que compre en la primera... y única convención a la que asistí en Mazatlán. Fue en la universidad de Durango... casi podría decir que fue una alucinación pero aun tengo esos números, ojo números y no tomos)

2 comentarios:

protaro dijo...

yo tenía mi mueble para mis comics y curiosidades... fue arrojado a la calle cuando no estaba yo en la ciudad y mis comics puestos en cajas de archivero.

ahora tengo un librero, pero mis libros de fantasía y mi colección de craneos lo ocupan todo.

saludos

Romanticide dijo...

Al menos solo fue el mueble y no los comics >.<
Pero por más cajas, baules, libreros que compres nunca alcanza el espacio. Es como si todo lo que uno tiene pudiera desdoblarse a la primera oportunidad O.o